Cuando Andreas y Sebastian se conocen, saben que están hechos el uno para el otro. En plena borrachera de amor, toman la ciudad vacía en verano: hurtos en el 7-Eleven, bailes en azoteas, baños furtivos, noches eufóricas. Pero a Andreas, heterosexual, le cuesta asumir su amor por el andrógino Sebastian, pues en su frágil feminidad, no deja de ser un hombre. Y, como dice la canción de Joy Division que da título al film, algo debe romperse: “Dos caminos a elegir / ante el filo de una navaja / quédate atrás / o impúlsate adelante”.
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