Mejores amigas de por vida, Jane y Fiona han hecho todo juntas desde el jardín de infantes: Jane sigue a donde sea que Fiona las lleve. Devastada y a la deriva tras el repentino suicidio de Fiona, la única manera que tiene Jane de darle sentido a todo es ayudando a la viuda de Fiona, Gemma, a cuidar de su pequeño hijo Bailey. Polos opuestos, las dos mujeres no tienen nada en común excepto su pena y amor compartidos por Fiona.
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