Este largometraje documental explora el lado queer de la cultura de los videojuegos y la presencia LGBTQ de la industria de los videojuegos. La convención GaymerX que tuvo lugar en 2013 fue un gran paso adelante para que la comunidad queer geek fuera reconocida a escala mundial. En el mismo año, los juegos independientes y convencionales más populares presentaron una mayor cantidad de personajes gays y lesbianas que nunca antes, lo que ayudó con la visibilidad y la aceptación. El universo de los videojuegos solo continuará mejorando y diversificándose tanto en su comunidad como en su industria si elevamos la conversación sobre la inclusión y el respeto mutuo, no a pesar de nuestra geekidad gay, ¡sino gracias a ella!