En 1935, la viuda Louisa Durrell, con problemas económicos, cuya vida se ha derrumbado, decide mudarse de Inglaterra, con sus cuatro hijos (tres varones, una hija), a la isla de Corfú, Grecia. Una vez allí, la familia se muda a una vieja casa en ruinas que no tiene electricidad y que se está desmoronando. Pero la vida en Corfú es barata, es un paraíso terrenal, y los Durrell proceden a forjar su nueva existencia, con todos sus desafíos, aventuras y relaciones.